La semana pasada, los productos de inversión en criptomonedas vieron un flujo de entrada de 2.700 millones de dólares, marcando la onceava semana de flujos netos positivos. Esto eleva los ingresos del primer semestre a un total de 17.800 millones de dólares.
Este continuo flujo de capital muestra una sólida demanda por parte de los inversores institucionales, en medio de la volatilidad geopolítica y la incertidumbre en torno a las políticas monetarias a nivel global.
Estados Unidos fue el principal contribuyente con un flujo de entrada de 2.650 millones de dólares. Suiza y Alemania también informaron ingresos, aunque menores, de 23 millones y 19,8 millones respectivamente. Por otro lado, Canadá, Hong Kong y Brasil experimentaron salidas modestas de 13,6 millones, 2,3 millones y 2,4 millones de dólares. En particular, Hong Kong ha visto salidas constantes durante junio, sumando un total de 132 millones de dólares en ese mes.
Bitcoin (BTC) fue la criptomoneda más popular, representando el 83% de los ingresos totales de la semana pasada, con una entrada de 2.200 millones de dólares.
En cuanto a los productos de inversión en corto (shorts) en Bitcoin, han estado experimentando salidas, sumando hasta 12 millones de dólares hasta ahora este año. Este patrón sugiere un optimismo generalizado hacia la criptomoneda líder, que sigue siendo el activo preferido por los fondos. Es importante mencionar que estos productos generan ganancias cuando el precio de bitcoin (o la criptomoneda subyacente) disminuye.
Desde mayo, los datos de acumulación de grandes inversores, también conocidos como ‘ballenas’, han mostrado un patrón de compras consistentes. Han aumentado sus tenencias de Bitcoin a niveles no vistos desde 2021.
Por otro lado, Ether (ETH), la criptomoneda de Ethereum, también ha atraído la atención del mercado. La semana pasada, recibió entradas de 429 millones de dólares, sumando un total de 2.900 millones en lo que va del año. Esto coloca a ETH como la segunda opción más popular entre los inversores. Solana, por su parte, ha acumulado 91 millones de dólares desde enero, aunque su participación en las entradas totales es pequeña.
En general, los datos indican una tendencia de entrada de capital en productos basados en criptoactivos, con Bitcoin tomando la delantera. Esto coincide con una creciente narrativa de adopción institucional y expectativas de posibles cambios macroeconómicos.
Este comportamiento sugiere un fenómeno de FOMO (miedo a quedarse fuera) especialmente entre actores institucionales que buscan exposición antes de posibles movimientos al alza en el precio. Los productos vinculados a Bitcoin y otros activos digitales, como los fondos de inversión y los ETF, están sujetos a regulaciones, lo que facilita la entrada al mercado para este tipo de inversores. Además, les permite participar en el ecosistema de las criptomonedas sin tener que lidiar con aspectos como la autocustodia y el almacenamiento de los activos.