En su esencia, la colaboración es su fortaleza, con cada comunidad compartiendo conocimientos y experiencias. El propósito es crear un entorno con una educación masiva, adopción en empresas y defensa de derechos en el contexto de las criptomonedas.
Un mes después de su lanzamiento, la Federación Latinoamericana de Bitcoiners está acelerando su expansión, consolidando 39 comunidades de 16 países. Este movimiento promueve la adopción de la criptomoneda original de manera coordinada, creando una alianza sin precedentes que aspira a posicionar la región como el centro de la soberanía financiera.
La Federación se formó el 2 de junio y hoy, cuatro semanas después, ya reúne a comunidades de países como México, Cuba, Argentina, El Salvador, Costa Rica, Guatemala, Haití, Ecuador, Perú, República Dominicana, Venezuela, Bolivia, Uruguay y Colombia.
Estas comunidades se han unido para coordinar esfuerzos, compartir conocimientos y trabajar en campañas educativas, adopción por parte de las empresas y activismo político en favor de marcos regulatorios claros. Esta alianza transforma la colaboración en acción estratégica, tal como lo expresa Junior Pérez, de la 21Bitcoin Academy, en una conversación exclusiva con KriptoNoticias. Pérez describe la Federación como un “superplus para fortalecer lazos y unirnos más”.
Pérez, un venezolano que vive en Costa Rica, aclara que esta unión de colectivos latinos permite un intercambio crucial de conocimientos. Su comunidad, por ejemplo, contribuye con experiencia en la minería de Bitcoin mientras que aprende de otros grupos en otras áreas.
Por lo tanto, la Federación funciona como una red que potencia el impacto de cada miembro, creando un ecosistema de apoyo mutuo que será “muy relevante” para el futuro.
El movimiento a favor de Bitcoin en la región no se detiene. Desde la Federación, los siguientes pasos están enfocados en realizar eventos simultáneos en varios países. También forjará nuevas alianzas estratégicas con empresas y organizaciones no gubernamentales (ONGs), al tiempo que organizará una cumbre regional a finales de año para consolidar su estrategia y presionar por una adopción más amplia y regulada.
Por lo tanto, más que un simple acuerdo, la Federación representa una “revolución pacífica”, como algunos de sus miembros la describen. Muestra que la adopción de Bitcoin en América Latina no depende únicamente de los gobiernos, sino que surge con fuerza desde las comunidades.
Los grupos aliados toman el control para construir un ecosistema educativo y financiero sólido, marcando un hito en la historia de Bitcoin en la región.