¿Qué se necesita para que Solana experimente un aumento significativo en su valor?

A pesar de mantener una tendencia alcista en las últimas semanas, la criptomoneda Solana (SOL) aún no ha entrado en un ciclo de crecimiento impulsivo. Actualmente, la criptomoneda tiene un valor de 177 dólares estadounidenses, y se encuentra en un punto crítico que puede determinar su siguiente movimiento.

La analista filipina Mirjan Hipolito señala que la criptomoneda está probando el “cuello” de una formación técnica de largo plazo llamada “taza con asa”, que ha estado en desarrollo desde principios de 2025. Este patrón se ha formado con un aumento gradual desde la base de 120 dólares hasta el rango de resistencia actual, que se sitúa entre los 176 y 178 dólares.

Según Hipolito, un cierre diario sostenido por encima de este rango sería fundamental para validar la configuración alcista. Si se confirma este escenario, SOL podría activar una proyección de precio con metas técnicas inmediatas en los 200 y 230 dólares. Sin embargo, por ahora, este punto de inflexión aún no se ha alcanzado de manera definitiva.

La estructura del mercado de SOL, la sexta criptomoneda más grande del mercado, sugiere que está en curso un cambio. La ruptura previa de una línea de tendencia descendente que estaba limitando el precio desde finales de 2024 fue un evento técnico significativo. Con esta ruptura, la criptomoneda se ubicó por encima de sus medias móviles exponenciales, que ahora están alineadas entre los 155 y 159 dólares y actúan como soporte dinámico.

Desde la perspectiva de los indicadores técnicos, el índice de fuerza relativa (RSI) se sitúa alrededor del nivel de 69,26. Aunque este valor está cerca de la zona de sobrecompra, que es de 70, sugiere que el impulso comprador aún no se ha agotado.

Para Hipolito, este indicador respalda la posibilidad de una continuación del movimiento alcista, siempre y cuando se valide el cierre decisivo por encima de los 178 dólares.

En los mercados de derivados, los datos también muestran una acumulación alcista. El interés abierto ha aumentado un 8,85%, mientras que el volumen de negociación creció un 60,51%. Además, el volumen en opciones ha aumentado casi un 200%, lo que demuestra una mayor participación institucional.

Las tasas de financiamiento se mantienen en un nivel moderadamente positivo, en 0,0121%, lo que indica que los largos siguen liderando sin que el mercado esté aún saturado.

Este equilibrio sugiere que el movimiento alcista tiene espacio para desarrollarse sin entrar en una zona de sobrecalentamiento extremo. Si se produce la ruptura por encima de los 178 dólares, el precio podría avanzar primero hasta los 195 dólares en el corto plazo y luego alcanzar los 230 dólares, lo que supondría una revalorización de entre el 11% y el 31% respecto al nivel actual, estima la analista.

En caso contrario, una corrección técnica podría llevar el precio de regreso al área de soporte entre los 160 y 165 dólares.

Además de los aspectos técnicos, hay otro factor que sugiere que SOL tomará la ruta alcista en los próximos meses. Se está calentando una temporada de altcoins (altseason), lo que beneficiará notablemente a esta y otras criptomonedas alternativas a Bitcoin.

Actualmente, el mercado se encuentra en la fase 2 del ciclo alcista general. En esta etapa, el capital que inicialmente se concentró en Bitcoin (fase 1) comienza a fluir hacia Ether (ETH), lo que genera una disminución en el dominio de Bitcoin sobre la capitalización total.

A medida que ETH gana protagonismo, se activa el inicio de la altseason, donde otras criptomonedas de gran capitalización, como Solana, comienzan a superar en rendimiento.

Este patrón cíclico ha sido observado en ciclos anteriores y suele desarrollarse en etapas bien definidas. Datos del explorador BlockchainCenter indican que un 49% de las principales altcoins ya han superado el rendimiento de Bitcoin en los últimos tres meses.

Cuando ese porcentaje alcanza el 75%, se puede considerar que ha comenzado una temporada de altcoins. Esto no solo refleja un cambio en la dirección del capital, sino también un aumento del apetito de riesgo entre los inversores.

En la fase 3, el flujo de capital se orienta hacia altcoins de mayor tamaño como SOL, y finalmente hacia activos de menor capitalización durante la fase 4, cuando se instala una mayor especulación.

Si el comportamiento actual del mercado sigue su curso habitual, el flujo de dinero continuará moviéndose desde ETH hacia proyectos como SOL, Cardano (ADA) y otras criptomonedas alternativas. De ahí, el ciclo puede derivar hacia tokens de menor capitalización, como las memecoins, por ejemplo, donde los rendimientos potenciales son más altos, aunque con un riesgo proporcionalmente mayor.

Para SOL, esto significa que podría estar bien posicionada para beneficiarse de una segunda oleada de flujos, una vez que ETH consolide su posición como líder de esta fase. La clave estará en confirmar el quiebre técnico del nivel de los 178 dólares. Solo entonces se podrá considerar activada la señal de entrada a una nueva etapa de apreciación más acelerada.

Los datos técnicos y estructurales están alineados, pero falta el catalizador final. La evolución del RSI, los volúmenes de negociación y las señales de los mercados de derivados serán los factores clave para determinar si esta moneda está lista para rebotar.

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