En el universo de las criptomonedas, los vientos soplan en una nueva dirección, con los fondos cotizados en bolsa (ETF, por sus siglas en inglés) como el principal campo de batalla. Se está presenciando una rotación de capital desde los ETF de Bitcoin (BTC) hacia los de Ether (ETH), un patrón que recuerda la histórica dinámica del mercado de las criptoactivos.
Este cambio de dirección puede indicar el inicio de una “altseason”, una temporada en la que las criptomonedas alternativas a Bitcoin cobran relevancia.
Los ETF de Ether, que celebran su primer aniversario en el mercado, han registrado entradas por 5.250 millones de dólares en julio, con solo 41 millones de salidas. Por otro lado, los ETF de Bitcoin tienen un total de 11.390 millones en entradas, pero con 1.135 millones en salidas.
Aunque los fondos de Bitcoin atraen más capital en términos absolutos, su porcentaje de salidas respecto a las entradas (9,96%) es mucho mayor que el de Ether (0,78%). Esta rotación hacia Ether evidencia una confianza sostenida en la criptomoneda de Ethereum, que está atrayendo la atención de los inversionistas institucionales.
Para ilustrar este fenómeno, los gráficos siguientes muestran los flujos de capital diarios hacia o desde los ETF de Bitcoin y Ether. Las barras rojas representan flujos negativos netos de capital (o salidas) y las barras verdes indican flujos positivos:
El auge de Ether no está impulsado solo por la especulación. Las instituciones están invirtiendo fuertemente en esta criptomoneda, con más de 1,8 millones de Ether en manos de empresas.
Empresas como SharpLink Gaming, Bit Digital y BTCS Inc. están emitiendo deuda corporativa para financiar la adquisición de Ether, buscando aumentar sus reservas de esta criptomoneda. La atracción de Ether sobre Bitcoin radica en el staking, que permite a estas empresas generar ingresos adicionales al participar en la validación de la red Ethereum.
Esta tendencia sugiere que el interés institucional en Ether ha llegado para quedarse, con cada vez más firmas de Wall Street explorando este activo como una reserva estratégica.
Las compras corporativas directas de Ether, así como el flujo masivo hacia los ETF de Ethereum, están impulsando la demanda de Ether, lo que a su vez eleva su precio. Esto se debe a que estos fondos deben adquirir Ether en el mercado para respaldar sus productos financieros, lo que aumenta la demanda de la criptomoneda y, por ende, su valor.
Desde el 1 de julio hasta hoy, 23 de julio, la criptomoneda ha subido un 58%, pasando de 2.400 a 3.800 dólares el lunes, aunque hoy se cotiza en 3.500 dólares.
Por otro lado, Bitcoin ha detenido su rally alcista pero se mantiene estable alrededor de los 118.000 dólares, mientras que criptomonedas como Ether y XRP registran mayores incrementos semanales.
Este cambio de enfoque demuestra que el dinero está rotando hacia criptomonedas alternativas, un patrón típico de las temporadas de altcoins.
Según KriptoNoticias, el mercado ha entrado en la fase 3 del ciclo de criptomonedas. Después de un impulso inicial de Bitcoin hacia máximos históricos (fase 1), los inversionistas buscaron mayores rendimientos en Ether (fase 2), reduciendo el dominio de Bitcoin.
Ahora, el capital está fluyendo hacia otras criptomonedas de gran capitalización, impulsadas por el optimismo en el ecosistema.
El interés en los ETF de criptomonedas no muestra signos de desaceleración. Varias solicitudes para fondos de otras criptomonedas están actualmente ante la Comisión de Bolsa y Valores (SEC).
Analistas de Bloomberg Intelligence, James Seyffart y Eric Balchunas, estiman una probabilidad del 95% de aprobación para los ETF de XRP, Solana (SOL) y Litecoin (LTC) en la segunda mitad de 2025.
Criptomonedas como Dogecoin (DOGE), Cardano (ADA), Polkadot (DOT), Hedera (HBAR) y Avalanche (AVAX) tienen un 90% de probabilidades de aprobación. Esta oleada de nuevos fondos refleja la creciente diversificación en el mercado de criptoactivos.
A pesar del entusiasmo, solo las criptomonedas más sólidas se destacarán en este ciclo. La rotación de capital hacia los ETF de Ether, el interés institucional y las solicitudes de nuevos fondos indican un mercado en transición.
No obstante, la selectividad será fundamental: solo los activos con fundamentos fuertes liderarán esta etapa, consolidando el protagonismo de las criptomonedas en un ecosistema cada vez más dinámico.


