La creación de la Reserva Estratégica de Bitcoin (BTC) por parte de Estados Unidos ha provocado un cambio drástico en la percepción y en el mercado de la criptomoneda. Este hecho ha motivado a las empresas a seguir el ejemplo del gobierno e incrementar sus propias reservas de bitcoin.
Recordemos que en marzo pasado, el presidente Donald Trump validó la Orden Ejecutiva 14.096, creando así la reserva basada en bitcoin. Esta acción permitió la reasignación de aproximadamente 200,000 BTC, que anteriormente habían sido confiscados durante procedimientos penales y civiles, a una reserva administrada por el gobierno federal.
La orden declara que “Estados Unidos no comercializará bitcoin depositado en esta Reserva Estratégica de Bitcoin, que se mantendrá como una reserva de activos”. Por el momento, la reserva solo está compuesta por activos confiscados. Sin embargo, se ha otorgado autoridad a los Departamentos del Tesoro y Comercio para desarrollar estrategias que permitan adquirir más bitcoin sin costos adicionales para los contribuyentes.
La creación de la reserva ha generado un efecto en cadena, motivando a muchas empresas a adoptar bitcoin como un activo de tesorería. De acuerdo con un informe del exchange Gemini, después del anuncio, empresas públicas y privadas comenzaron a acumular más de 20,000 BTC al mes, marcando uno de los períodos de mayor entrada institucional desde 2021.
Es relevante mencionar que Strategy (anteriormente conocida como MicroStrategy), liderada por Michael Saylor, ya había estado acumulando bitcoin desde 2020, con 592,100 BTC hasta la fecha, consolidándose como la empresa pública con la mayor tenencia de bitcoin.
No obstante, el reconocimiento oficial de bitcoin como un activo estratégico por parte de Estados Unidos ha reforzado la confianza, motivando a otras entidades a integrar la moneda en sus reservas. Un ejemplo reciente es la creación de ProCap Financial, anunciada el 23 de junio por el inversor Anthony Pompliano. Esta firma, resultado de la fusión de ProCap BTC y Columbus Circle Capital Corp, planea mantener hasta 1,000 millones de dólares en bitcoin en su balance antes de que finalice 2025.
El informe de Gemini resalta que los flujos de capital en bitcoin son altamente reflexivos: el valor de mercado crece más que el capital invertido, especialmente en momentos de alta demanda. Esto se mide mediante el Multiplicador de Capitalización de Mercado (MCM), que compara el cambio en la capitalización de mercado con los flujos de capital netos.
En mercados bajistas, el MCM cíclico es de 0.7, lo que indica que cada dólar invertido en bitcoin, si se mantiene hasta el próximo mercado bajista, genera solo 0.7 dólares en capitalización. Por otro lado, en mercados alcistas, el MCM alcanza 3.7, amplificando cada dólar invertido en bitcoin hasta 3.70 dólares en valor de mercado. A largo plazo, desde el bloque génesis de Bitcoin, el MCM se estabiliza en 1.7, señalando que cada dólar invertido genera 1.70 dólares en valor residual.
Con más del 30% del suministro circulante de bitcoin en manos de entidades centralizadas, como exchanges, ETF, corporaciones y tesorerías soberanas, el mercado está experimentando una transformación estructural. Aunque las tenencias siguen concentradas entre los primeros adoptantes, el respaldo del gobierno estadounidense ha catalizado una renovada confianza institucional.
Pese a este cambio, el suministro disponible para el comercio al contado permanece estable, ya que los activos se trasladan de exchanges a ETF y otros custodios. Además, la volatilidad ha disminuido en los últimos años, estabilizando los ciclos de precios y atrayendo a grandes inversores conscientes del riesgo.
A medida que la adopción institucional crece, la influencia de bitcoin se expande, no solo por las tenencias, sino por los marcos que los inversores usan para integrarlo en la arquitectura financiera global. Este momento marca un punto de inflexión, donde bitcoin deja de ser un experimento para convertirse en un pilar del sistema financiero descentralizado.