La nueva tesorería empresarial recibirá 1.000 millones de dólares en Bitcoin, Ethereum y Solana

Un nuevo proyecto que busca crear una tesorería de criptoactivos con un valor de 1.000 millones de dólares está ganando impulso, bajo la dirección de exejecutivos de Blackstone y Tether. Desvelado por Bloomberg, el plan cuenta también con la participación de antiguos directivos de Binance y exfuncionarios de Estados Unidos.

Reeve Collins, uno de los fundadores de Tether, junto a una subsidiaria de CC Capital, una compañía de inversión fundada por Chinh Chu, exnegociador de Blackstone, son las figuras principales de esta iniciativa. Su objetivo es establecer una empresa de cotización pública que se centrará en acumular activos digitales.

Los fondos para el proyecto se están recaudando a través de M3-Brigade Acquisition V Corp., una empresa de adquisición de propósito especial que cuenta con el respaldo de Blackstone y Tether. El objetivo de esta entidad financiera es amasar una cartera diversificada de criptoactivos que incluirá bitcoin (BTC), ether (ETH) y solana (SOL). Aunque el objetivo de recaudación es de 1.000 millones de dólares, los detalles del acuerdo, que está siendo asesorado por Cantor Fitzgerald, aún se están perfilando y podrían sufrir cambios.

Este proyecto es un reflejo de la tendencia creciente de las empresas de cotización pública a nivel global de incluir bitcoin y otras criptomonedas como activos de tesorería, como ha informado KriptoNoticias. Mientras que algunas empresas, como Strategy y ProCap BTC, se han centrado exclusivamente en bitcoin, otras han diversificado su estrategia. Un ejemplo de esto es SharpLink Gaming, que ha puesto su foco en ether, con 188.478 ETH en su tesorería, lo que la convierte en la mayor poseedora de este activo entre las empresas cotizadas en bolsa.

Otras empresas, como Everything Blockchain, han optado por una estrategia más amplia, invirtiendo en una variedad de criptoactivos como SOL, XRP, Sui (SUI), Bittensor (TAO) e Hyperliquid (HYPE).

Este movimiento destaca el creciente interés de las empresas en diversificar sus tesorerías con criptomonedas. Es un claro indicador de un nuevo capítulo en la adopción de los activos digitales.

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